Deshecho

Exhausto y dolido y sin mas

que abandonar el cuadro deshecho

libre para ir y venir y llorar

y maldecirte por lo que me has hecho.

Que se acobarde tu mente

y que él te engañe y tú veas,

y que en su cama de noche

él te finja y tú creas;

y que le estorbe tu mano

cuando acaricies su cuerpo,

que nunca habites su alma

y que su amor sea incierto;

que le canse tu presencia

y que no escuche y tú llores,

que sufras y te dé la espalda

y todo cuanto hagas ignore.

Y que enfadado se vaya y te deje

y que el llanto te cubra y desarme,

y a pedirme mil veces perdón

que vuelvas, maldita, a buscarme.

La Estrofa Final

He venido los caminos malviviendo,
sembrando nada en los senderos ancestrales,
el adiós, el beso tibio en boca triste:
naranja jugosa en la hojarasca.
Mi manantial de sueños, mi siempre y nunca
en la vagancia; mi sol callado en la distancia,
he roto el espejo y cortado claveles
que se quedaron tirados en la calle.
Me he hecho de todo tanto
que ahora todo me ha hecho suyo
y soy: la cáscara amarga en el tronco
y la dulce savia en su vientre:
la espiga en el campo;
y todo lo hice sangre para un palabra
germinada en verso.
Me he cambiado de zapatos en pleno camino,
de vivienda, de suelos y de idioma,
y siempre siempre el llanto
que quiso regresar y regresar al principio,
y besar la tierra y cavar a fondo
el porqué de mis distancias.
He recorrido el tramo largo trasladando
mi pluma y mi tristeza y mi quién sabe cuánto,
y he hospedado en mi hotel corroído
a las señoras que acariciaron mi vacío,
mis ojos y mi cuerpo y ser distante;
he andado y deambulado el precipicio,
y fustigado y muerto en vida en retener
una mano y un minuto ya desperdiciados.
He sido noche en la mañana: he amado
mi niebla, la arena, la música de mar
y estrellas; la luna en mi marea. Reconozco
el olvido, los adioses, mi pantalón de niño
roto a las rodillas; y vuelo y revoloteo
en la sonrisa tierna y triste de alguien
que hoy me espera.
Amo entonces mi solemne paso lento
y mi alegría inagotable; mi sin rumbo
y mi sin paz: la verdad que no me deja desandar
los caminos que he venido malviviendo.

Ruptura

Entera gozosa iconoclasta y cautivadora

mamacita- aporreada por transeúntes y taxistas

haciéndote la intelecta la selecta sensual

predilecta escogida por los cielos y recogida por

los suelos- bien encantadora y jugosa

y sabrosa etcétera repasando los escaparates

a rienda suelta: barca sin ancla a mar

abierto haciendo mas que historia- ondulante

y curvosita repartiendo sonrisas al

pormayor sin preocupación ni complicación

saludando a quienquisiera toda reina

de corazones- toda ademanes a falta de palabras

risueña coqueta fresita mulsa disfrutando

lo todo bien casualmente como si nada.

Y yo mi babosa estampa seguida de mi

pesada sombra- desesperado y leal a lo perro

engreído y triste a lo pendejo

queriendo y pidiendo y tratando prolongar

algo mas el lapso- lujurioso breve momento

-pero despertado tan a destiempo

tan a la brava

sin mas bla bla bla

me percaté

que al fin el fin

había llegado

y juré y perjuré

en mi vana forma

que chingo a la mía

pa si otra

perfecta marisabidilla

ramera como tú

vuelve a partirme

el corazón

la madre y el alma.

Redento

Palo sobre Palo sobre Palo

porque monstruo y porque en brama

como gata en el tejado y

Palo entre izquierdazo y zapatazo

entre ceja y ceja y entre carne y alma

que sufra y que sufra condena tras condena

y se desmadre toda en culpa sucia

por haber sido bulto jocundo y desgarbado

llena de injundia y fervor y apetito

Palo y mas Palo por jadear y sacudirse

en tanta cama en tanto barrio

con donjuanes policías y gerentes casanovas

y Palo en apogeo largo y duro

así implore y gima y se revuelque

que vomite todo lujo su conciencia

a mal pulso ganado y Palo

por cabeza espalda y piernas para

que se le quite lo importante

y lo canijo entre las sábanas

Palo zarrapastra mentecata resbalosa

y sepa que pasó de mas que musa

a peor que moza la canalla

que se quiebre en el espejo

y reconozca al revés y al derecho

la cárcel de su cubículo

y Palo sobre Palo sobre todo

por andar harto tratando

de violar impune la pulcra

ley de la balanza.